Sin el afán de los taxis en las calles de Barranquilla que se desplazan a toda velocidad a las sedes de las campañas políticas que los contrataron, ni los tumultos de "capitanes" que conducirán a los ciudadanos a las urnas, ni buses estacionados muy cerca de los comandos inició este domingo la Consulta Anticorrupción en la que los colombianos responderán sí o no a siete preguntas.

Todo comenzó sin la sospecha entre las autoridades de  la existencia de  las casas blancas, amarillas, rojas, azules o verdes, y por ende, menos dispositivos policiales.

Tampoco está, por lo menos en el inicio de la jornada, la multitud de medios en la cobertura de otras elecciones.

Este domingo, ni líderes ni ediles ni concejales, como tampoco diputados, representantes a la cámara ni senadores madrugaron a proteger sus votos.

Tampoco hubo la masiva presencia de medios de comunicación en el acto, como en elecciones locales, de Congreso o presidenciales.

Del acto de instalación que debía debe ser a las 8 de la mañana, comenzó siete minutos después, solo con la presencia del Secretario de Gobierno del departamento, Guillermo Polo y el gobernador, Eduardo Verano, como autoridad civil.

Solo la ley seca, los puestos de votación y la sobria instalación en el auditorio de la Plaza de la Paz son señales en Barranquilla de que hay una jornada de participación ciudadana en la que se debe responder una consulta popular.